La abuelita

-¿Viste que se murió la abuelita califa de Argentina? ¿Cómo se llamaba?

-¿Cuál es esa?

-La de ochentaytantos que se casó con uno de veinticuatro.

-Saaaaaa.

-En serio. Se casó, se fue de luna de miel y se murió, todo en menos de un mes. ¿No lo viste?

-No tenía idea. ¿Y de qué murió la veterana?

-Problemas cardiacos, la cuchara no le aguantó tantas emociones.

-Emociones, claro. No le dio el cuero, ya no estaba para esos trotes. ¿Por qué los periodistas no dirán las cosas como son?

-Nooo, si las dicen. Son implacables diciendo la verdad. Por ejemplo que el novio -ahora viudo- se casó por amor. Que la vieja tuviera varias casas y otras cositas por ahí no tuvo nada que ver.

-Claro, pobre él, viudo cuando tenían toda una vida por delante juntos.

-Si, yo creo que la viudez lo agarró desprevenido. Y encima se enoja cuando le preguntan por la herencia.

-Hay que ser...

-Sí, hay que ser. Y lo peor es que los hay.

-Así no más.

-Y ahora el viudo aparece diciendo que la luna de miel fue de locos.

-Debe haber sido. Imáginate la locura de ver a la vieja con baby doll. Es como pa que después te hagan electroshock.

-No seai asqueroso. ¡Adelfa se llamaba la vieja, me acordé!

-Bonito nombre. Imagínate a Adelfa arrastrando el pellejo por el suelo.

-Ya para, respeta a la difunta.

-Sexy sexy, con portaligas.

-Ya, mejor pídeme otra igual, que voy al baño.

-¿Con normal o light?

-Light po, no veí que me estoy cuidando.