-¿Qué onda la Teletón?-¿Qué onda qué?
-Es que ya no es lo que era, ¿no encontrai?
-Yo la sigo encontrando igual, fíjate.
-No po, cómo va a ser igual. Antes estaban todos ahí, al final de las 27 horas, llorándole al televidente para que fuera a donar plata.
-Ahora también, ¿o la plata se juntó sola acaso?
-Nooo, si lo que yo digo es que… no sé, como que este año estuvo menos emotiva.
-Ahhh, eso sí. Igual eso de llegar a la meta en el penúltimo cómputo lo encontré penca. O sea, ¿dónde se metieron los guionistas de años anteriores?
-Eso digo yo. ¿Qué pasó con la picada de cebolla finita hasta el último minuto?
-Claro, cuando don Francis pedía por favor una hora más de transmisión para llegar a la meta.
-Acuérdate de ese cierre con la Daniela García, la que se cayó del tren, arriba del escenario.
-Ésas eran Teletones. Uno se la sufría toda, creía que no se alcanzaba la meta... La de este año, en cambio… Llega un gerente de Codelco al Nacional y se pone con un millón de dólares, como si nada.
-Está bien eso, si a cada rato les están dando con eso de que compartan las riquezas del cobre, que el buen precio y blah blah.
-Está bien, pero así como que sale fácil. O se ve fácil. Ya no es lo sufrido que era antes, por eso te digo que qué onda con la Teletón.
-Como que se aburguesó. Ahora donai por Internet, o por el celular. Olvídate de la emotividad de partir al banco cagado de frío. Ya nadie hace eso, ahora la Teletón es burguesa.
-Como uno no más. Acuérdate esas curaderas con pisco de 30º. Si pa tomar de 35º había que juntar un buen rato. Y ahora que por lo bajo tomamos de 40º, y ojalá envejecido. Eso sí que es aburguesarse.
-No confundamos, por favor. Eso es madurar.
-¿Cómo?
-Claro. Si no se puede seguir eternamente tomando esas porquerías de pendejo. ¿O tú seguiríai tomando Bilz y comiendo jalea en cáscaras de naranja y chispop de maní?
-¿La verdad?
-Ya, déjate de hueviar y pídeme otra igual. No, igual no, mejor que sea con envejecido.
-Burgués de mierda.
-Maduro, te dije.
-Ahhh, de veras.
